La espeleología accesible, gracias a la Joëlette y a un estupendo equipo humano

El pasado 23 de julio desde CERMI Cantabria 11 personas participamos como formadores en el módulo que el ciclo de grado medio sobre “Técnico deportivo de espeleología”, dedica a la discapacidad y que organiza la Fundación Espeleosocorro Cántabro ESOCAN. Es el segundo año que participamos en esta experiencia, que todas las personas valoramos como muy enriquecedora. El objetivo, acercar la discapacidad y trasladar las necesidades de las personas en este tipo de actividades de espeleología a los futuros monitores, para permitir y facilitar que puedan practicarla.

La mañana del sábado se centró en un enfoque más teórico sobre la discapacidad, y de la mano de profesionales, personas con todo tipo de discapacidad y familias, el alumnado pudo conocer pautas básicas a tener en cuenta para la interacción con las personas en función de sus diversas necesidades, en un ambiente muy participativo y en el que las experiencias vitales tuvieron un importante papel.

Tras la comida, donde pudimos conocer las técnicas que se utilizan para descender por los pozos, llegó el momento de poner los conocimientos en práctica en la espectacular Cueva Coventosa, ubicada en el alto Asón. Esta vez hubo menos nervios que el año pasado, ya que 5 de las personas repetían y se encargaron de tranquilizar a las personas novatas.

Además gracias a la confianza y al apoyo mostrado en todo momento por todas las personas: alumnado y voluntariado de espeleosocorro, pudimos disfrutar de una estupenda jornada marcada por un espectacular entorno y una compañía formidable. En esta ocasión dimos un paso más y tuvimos la suerte de contar con un nuevo elemento, que hizo posible que las importantes limitaciones de movilidad no fueran un obstáculo para poder disfrutar de la espeleología, la joëlette.

Gracias a ella y a un estupendo equipo humano, Lina pudo volver a entrar en una cueva tras muchos años, y como ella mismo dijo “Hoy me habéis hecho la mujer más feliz de la tierra". Muchas gracias al centro Fernando Arce, miembro de CERMI Cantabria, por compartir la joëlette para esta experiencia y a todo el equipo HUMANO, pues sin su apoyo y sensibilidad esta experiencia no hubiera sido posible. Esperamos que sigáis contando con nosotros todos los años!!! GRACIAS!!!

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